lunes, 3 de junio de 2013

Fin de semana de la gran ostia. Y vamos hacia...

¿Como dicen que le va mis pequeñas masas encefálicas de menuda  capacidad craneal?
Les comento que esta fin de semana fue algo movido. La verdad que estuve yendo y viniendo por media Capital Federal. ¿Me hizo bien? Si. ¿Jodio el ir y venir? ¡Pero por supuesto!
La cuestión acá es que me desahogue hablando, tal vez hasta haciendo mis famosas "paredes de hielo", ley la cual jamás me ha fallado hasta el momento. ¿En que consiste? Simple: bloquear por tiempo indeterminado a las personas para dejar de malhumorarse. Digamos que si cuentan dramas, no preocuparse por ellos o llegar a pensar, o hasta quizás decir, "pobrecito/a".
¿Dicen que soy extremista? Tal vez, pero tengo motivos para llegar a estas instancias. La mayor parte de mi tiempo me dedico a escuchar a los demás e intentar resolver sus problemas; y admito que eso hace que no me preste atención ni me dedique a mi propia estima. Por mucho tiempo deje de lado grandes oportunidades por ayudar a los demás, como tal vez poner todas mis energías en mi carrera o hasta quizás en un nuevo empleo. Sera que tuve que pasar por varias circunstancias o personas las cuales me hicieron ser consciente que debo darle mas tiempo a mi yo interno; digamos una gran INTROSPECCIÓN. Comenzar a pensar en mi presente y futuro, lo que deseo, no lo que quieran los demás para mi. No creo que todos sean egoístas y austeros, pero la mayoría siempre piensa en su beneficio; y yo realmente quiero salir de esos entornos, avanza por mi misma y conseguir mi propia felicidad, sea por estudios, viajes, aunque sea metiéndome en un mundo fantasioso al estilo Tolkien... pero seria mio, y de nadie mas.
Creo que con esto, medianamente, cuento en que parte del camino voy. Es hora de pisar el acelerador en esta ruta y ver la siguiente parada que me prepara el tiempo.
Pues ahí se ven, me voy a dedicar unos mimos de lectura con "El retrato oval" de Edgar Allan Poe.